El cuadro “Plaza Roja” es un paisaje urbano donde Kandinsky crea una imagen del centro de Moscú, una de sus ciudades favoritas. El artista utiliza un método futurista para transmitir el movimiento de figuras, colocando el foco principal en el centro de la plaza, mostrando sus principales monumentos.
“Moscú es una dualidad, complejidad y un alto nivel de movilidad, colisión y mezcla de elementos individuales de apariencia… Creo que esto es interno y externo, por lo que Moscú es el punto de partida de mi hambre. Moscú es mi diapasón ilustrado”, escribió Kandinsky.
El artista dijo que le encantó especialmente el momento en que el sol se pone y “derrite todo Moscú en un lugar que, como un tubo loco, hace que todos los corazones y todas las almas vibren”. Esta hora de la puesta del sol es “el acorde final de la sinfonía, que lleva todos los colores al cenit de la vida, que, como la orquesta de una gran orquesta, está obligada y permitida a los truenos en Moscú”.
La imagen está hecha con manchas de colores brillantes y realza la expresión, todo está en movimiento aquí, todo está saturado con la luz del atardecer, presagiando los cambios.