En el Jardín de Getsemaní, dejando a los discípulos, Jesús se retiró a orar: “Padre mío, si es posible, deja que pase esta copa de mí”.
El artista español El Greco transmite la atmósfera de ansiosa premonición de inminentes desgracias en el cuadro Pasión en el jardín.
Noche de luna. Sombrío cielo tormentoso. El viento arremolinado descendió de pequeños árboles y arbustos al suelo. A la derecha, los guardias se acercan inexorablemente con espadas y lanzas. A la izquierda están los desprevenidos discípulos de Cristo.
En este contexto, en el centro de la imagen, el artista capturó humildemente a la figura de Cristo arrodillándose en oración.
Su mirada se dirige al cielo, en una nube transparente y brillante un ángel maravilloso desciende hacia él con un cuenco en la mano. Los tonos de color están diseñados para resaltar los principales acentos semánticos de la imagen.