Paisaje con una choza de campesinos por la obra del destacado pintor de paisajes Jan van Goyen, su primer cuadro en el Hermitage.
El artista elige un motivo simple, representando una casa campesina con un techo en ruinas, un pequeño patio detrás de una cerca de madera. A poca distancia, un estanque, otra choza al otro lado y en la distancia, un bote con pescadores. Dos árboles ramificados como símbolo de renovación eterna se alzan sobre las viviendas miserables.
Goyen posee brillantemente una variedad de técnicas. El pincel del maestro describe libremente la intrincada curvatura del techo, crea hojas coloridas con hojas densas de árboles y dibuja líneas sinuosas a lo largo de los tableros de la cerca con un mango. Los rasgos característicos de los primeros paisajes de van Goyen son el contraste de los planos claros y oscuros, así como la capacidad de “empujar” el espacio hacia las profundidades, llevando al espectador desde formas grandes a otras más pequeñas.
Así, un grupo de campesinos en la choza está yuxtapuesto con una figura apenas perceptible de un pescador en la costa lejana.
En la imagen de las nubes, Goyen esboza un delicado diseño de luz que se desarrollará en sus futuros paisajes.