En el cuadro “Nueva York” de la artista-fotorrealista inglesa Raffaella Spence, vemos el panorama de la ciudad más grande de los Estados Unidos de América.
Un gran número de rascacielos, que recuerdan a los cohetes que miran hacia arriba, le dan a la ciudad una mirada de guerra inaccesible.
La ciudad es como un enorme automóvil que funciona sin cesar, e incluso innumerables ventanas no le dan a la ciudad un aspecto habitable. Los rascacielos corren hacia el horizonte, cubiertos de neblina azul, tomando la forma de enormes bloqueos de piedra.