Night Cafe, Arles (Night Cafe en Arles) – Paul Gauguin

Night Cafe, Arles (Night Cafe en Arles)   Paul Gauguin

Una de las famosas obras de Paul Gauguin puede considerarse la pintura “Café en Arles”.La pintura fue pintada en 1888 y actualmente está almacenada en el Museo Estatal de Bellas Artes. A. S. Pushkin en Moscú.

La imagen es interesante en términos de composición y se asemeja en su forma a la manera en que Van Gogh retrata. El lienzo se caracteriza por contrastes de color, colores brillantes y saturados, contorno negro persistente, volumen reducido y dibujo casi plano.

El dibujo resultó ser primitivo, sin detallar y pesar detalles.

En el primer plano de la imagen a la derecha hay una mujer apoyada en la superficie blanca de la mesa. Ante nosotros está Madame Zhinu, la esposa del dueño del café. Cabe señalar que aquí podemos notar la distorsión de las proporciones, la exageración de los parámetros de los objetos, su exageración deliberada en violación de la imagen en perspectiva.

Los objetos en la mesa frente a una mujer parecen inusuales y separados, solo una imagen independiente.

La imagen muy femenina en el primer plano de la imagen es misteriosa, similar a Djokondovskomu, con un estado sensorial oculto, apenas divisible. La ropa en blanco y negro le da a Madame Zhin una imagen categórica, y una sombra de fatiga y algo de fatiga emocional se desliza en su rostro.

A poca distancia hay una mesa de billar, e incluso más visitantes a la cafetería son diferentes, pero no obstante típicos de este tipo de establecimientos.

La mesa de billar se representa como vacía, lo que enfatiza aún más su masividad y desproporción. La imagen de la tabla equilibra la construcción compositiva del lienzo, no permitiendo que una imagen arrastre toda la estructura de la imagen sobre sí misma, creando así distorsiones proporcionales.

El fondo del lienzo está más lleno de imágenes y detalles. Los pocos visitantes y clientes habituales de la cafetería están representados de forma colectiva, apenas marcados y casi se funden en un punto multicolor brillante. Las corrientes de humo se ciernen sobre la compañía de visitantes, dando al ambiente del café un encanto e ilusión, irrealidad.

A pesar de los colores muy brillantes con los que se moldea el espacio del café, la atmósfera de indiferencia y depresión, la indiferencia y el olvido aún se sienten. Exactamente a través de los cristales nublados frente a nosotros, aparecen los contornos de las principales imágenes del lienzo, los visitantes de un café en una de las ciudades del sur de Francia.

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