Los libros tuvieron una gran importancia en la vida de Van Gogh. Desde la infancia, ha leído mucho y la literatura ha influido en sus pensamientos y acciones de muchas maneras. Jugando el papel de una especie de “interlocutores” en la vida solitaria del artista, el libro identificó su visión y percepción de la realidad circundante.
Tras mudarse a París, Van Gogh leyó las obras de autores contemporáneos como Emile Zola, Maupassant, Daudet. Las nuevas novelas lo fascinan, tal como lo fascinaban los libros religiosos. Esto se puede ver en las cartas del artista, en las que a menudo se refiere a la literatura moderna.
Esta naturaleza muerta se convirtió en el estudio para la pintura “Novelas de París”, que se escribió un poco más tarde y se expuso en 1888. El artista ha representado muchos libros al azar sobre la mesa. Algunos de ellos están abiertos.
Las cubiertas amarillas de los libros indican que se trata de novelas modernas de Van Gogh, que se publicaron en las cubiertas de este color.
El amarillo generalmente prevalece en la combinación de colores del lienzo, solo la mesa está pintada con trazos irregulares de pintura blanca y rosa. Dado que el trabajo es solo un boceto para la imagen futura, Van Gogh resume los detalles, representando objetos en planos monocromáticos amplios. Aquí no muestra los nombres de los libros, como en otras naturalezas muertas similares.