Pierre Auguste Renoir a menudo recurría a las imágenes de flores en sus pinturas. Los crisantemos disfrutaron de su amor especial, siempre trató de mostrarlos desde el lado más favorable.
A diferencia de Claude Monet, quien puso en cada uno de sus bodegones florales un profundo significado oculto, Renoir simplemente admiró las hermosas flores. Las pinturas florales que Renoir escribió rápidamente, al mismo tiempo, pero a pesar de esto, todas están perfectamente alineadas en composición y armonía de colores, lo que indica una gran habilidad y talento de Pierre Auguste Renoir.
El gran francés creía acertadamente que la imagen debía ser brillante, irradiar alegría. Esto se aplica a todas sus obras, incluida la pintura “Crisantemos”, que una vez más subraya el estilo brillante y el exquisito sabor de Renoir.