Este lienzo forma parte de una serie de seis pinturas, cada una de las cuales muestra los mismos elementos reunidos en un orden diferente: cortinas estampadas, una jarra pintada de blanco, manzanas y naranjas dispuestas en platos, y un mantel ligero.
La cortina abigarrada que cuelga divide el fondo de la imagen en dos partes. Los pliegues de la tela forman triángulos que están en armonía con la composición de la mesa; también se ajusta a la forma de un triángulo y se ve casi simétrico. La mesa parece estar levantada y levantada sobre un borde.
Cézanne admite deliberadamente tal violación en perspectiva como un signo de abandono de la naturaleza muerta académica habitual, donde todas las asignaturas se ven desde un ángulo. Para dar forma, se utilizan las sombras, escritas en tonos que contrastan con el color principal.
En la imagen puedes ver algunos efectos visuales interesantes. Por ejemplo, no está claro qué se representa exactamente a la izquierda de la jarra: el borde de la placa o el pliegue de la servilleta. Así, Cézanne introdujo en su trabajo un elemento del juego para la mente y la imaginación del espectador.
El artista no ocultó la técnica de la obra: deliberadamente dejó sin terminar el borde inferior de la servilleta, detrás del cual se puede ver la mesa. Los trazos paralelos vigorosos son bien distinguibles en esta área.