El ciclo eslavo de pinturas del modernista checo Alphonse Mucha estuvo marcado por la aparición de verdaderas mujeres, como dicen en el mundo del arte, las damas de Alfonsov. Fue este ciclo el que se caracterizó por motivos eslavos, exuberantes bellezas y elementos de la cultura pagana. “Maria – Madonna Lily” – una imagen de la colección anterior.
A diferencia de otras obras, Madonna Lily es una historia muy conmovedora, tierna en esencia, cálida y verdaderamente simbólica. La joven belleza, la niña y su encanto, Madonna se congeló en la sumisa calma. La fugaz mirada de la niña habla sobre el empleo por parte de una ocupación interesante: tejer una corona de pasto burdeos.
Sus pequeños dedos se entrelazaron con los tallos, movimientos hábiles, ella conecta la flor, a la flor de la planta. “No me molestes, no digas, no respires…”, dicen sus ojitos marrones. El autor colocó a su Madonna en los exuberantes matorrales de lirios blancos. Virgen – María resultó ingrávida y cálida.
Su nimbo es una maraña de chispas de flores blancas.
Una frente estrecha está cubierta de hebras de paja, y cada línea queda en nada y se pierde en un fondo borroso. Una alineación similar de acentos en trazos suaves y la ausencia de transiciones abruptas es característica de la modernidad. Quién, si no la Mosca, conoce las leyes de las características modernistas. Esto ya no es el Modernismo con pasos indecisos, sino un Moderno genuino, profundamente arraigado, con su simbolismo, como la imagen de Madonna, como símbolo de pureza e inocencia, la niña en la base de sus pies, ingenua y abierta al mundo.
Tanto la Virgen cristiana como el niño son las copas del nacimiento de la vida humana.
En cuanto a Lily, esta es una historia aparte, que también se dirige a los principios paganos y la cultura ortodoxa. En el cristianismo, el lirio blanco simboliza la pureza y la pureza. Además, cada elemento, tallo, hoja, lleva su propio significado. Aparentemente, el autor hojeó unos cuantos libros de historia, inspirándose en los antiguos ritos. “Maria – Madonna of Lilies” es un trabajo colorido, y Alphonse tomó pinturas extremadamente cálidas y brillantes.
Blanqueados en una mezcla con flores de pera y melocotón crearon un aura de tarde, verano y noche de paz.
A pesar de lo abstracto lleno, la trama lleva al espectador al campo. El manojo de lirios se asemeja a las gavillas de la hierba, muchos de ellos, son gruesos y frescos. Una pieza del cielo está incrustada con una imagen sagrada de la Virgen orando sobre los personajes principales.
La obra irradia un brillo dorado, como una iconografía con un indicio de la humanización de los sentimientos y las leyes básicas de castidad en el aspecto de Santa María y la niña del pueblo. El verdadero tema eslavo es transmitido magistralmente por Alphonse the Fly en una pintura jugosa y una pincelada audaz, una especie de narración y una manera que es reconocible y diferente.