
Como muchos de sus contemporáneos, Whistler mostró un gran interés por la cultura japonesa. Se convirtió en una verdadera revelación para el público en ese momento, evocando muchas imitaciones e interpretaciones. Las primeras exposiciones de gráficos japoneses tuvieron lugar en París a mediados de la década de 1850, después de lo cual aparecieron en la ciudad numerosas tiendas “orientales”.
Después de la exposición internacional de 1862, que se celebró en Londres, la moda para el arte japonés abarcó Inglaterra. La influencia ejercida por los gráficos japoneses sobre el trabajo de los artistas de la segunda mitad del siglo XIX fue enorme. Para apreciar la cultura oriental, Whistler se tomó un tiempo.
Inicialmente, en sus pinturas, pintadas de manera puramente occidental, comenzaron a aparecer algunos detalles orientales, pero a fines de la década de 1860, el artista comenzó a pintar escenas que combinan orgánicamente las tradiciones culturales de Oriente y Occidente. Entre ellos se encuentran obras como “Mar, playa y figuras” y “Sinfonía en azul y rosa”, 1868 de la serie “Seis objetos”. Algunos elementos de los gráficos japoneses se pueden encontrar en las obras de su serie Nocturnes.
Princesa de China – James Whistler
Sinfonía en blanco No. 3 – James Whistler
Nocturno en gris y oro: Westminster Bridge – James Whistler
Backwater – James Whistler
Symphony in White No. 2: una chica de blanco – James Whistler
Nocturno: Le Solent – James Whistler
Escaparate – James Whistler
Pavo real Taller de Tiffany – James McNeil Whistler