El gran fresco “Maesta” brilla con colores rosa claro, amarillo, azul, verde dorado sobre un fondo azul brillante. Bajo el dosel de un dosel rosa claro con borlas escarlatas y blancas, la Virgen y el Niño, así como los santos y ángeles que lo rodean, forman un grupo elegante.
En la gran pintura de Maesté – S. Martini entra en polémica con la obra del mismo nombre de Duccio. El artista interpreta el triunfo de Madonna como una visión celestial, que brilla sobre un fondo azul oscuro con tonos claros, azules, rosas y dorados.
Al mismo tiempo, toda la imagen, rodeada por un amplio borde decorativo, se asemeja a una alfombra magnífica, la imagen de la Virgen María carece de rigor icónico, y entre los santos a su alrededor se encuentran hombres y mujeres jóvenes de rostro blanco y rosados con una mirada pensativa de ojos estrechos.
En la pared opuesta de la sala, Simone Martini puso un mural oscuro de otra naturaleza. En la historia del arte, se convirtió en la primera representación de un evento histórico específico con un retrato de un contemporáneo.