Las serpientes de agua II – Gustav Klimt

Las serpientes de agua II   Gustav Klimt

Gustav Klimt, uno de los representantes más brillantes del moderno austriaco, tenía en su arsenal muchas técnicas para enriquecer el flujo de sus propios lienzos. Gracias a la posesión talentosa de diversos materiales, junto con la mantequilla, su trabajo fue diferente cada vez, como un nuevo plato de pastelería. En esta lista también había dibujos de dibujos francos con mujeres en posturas depravadas, una combinación inusual de materiales con diferentes texturas, mosaicos, aceite y hojas de oro.

El uso de la base de oro en las pinturas determinó todo el período de la obra de Klimt como el “período de oro”. La imagen “Las serpientes de agua” presentada al espectador se pintó exactamente en el segmento “dorado” y es una continuación de una pequeña serie de lienzos con el mismo nombre. Específicamente, este trabajo tiene un número de serie II.

“Serpientes de agua”: un ejemplo vívido de la era moderna y una especie de tarjeta de visita del autor, sin embargo, como otras obras. Como de costumbre, Klimt escribió animales humanizados, convertidos en mujeres. Estas no son solo serpientes, sino chicas reales con cuerpos, rostros hermosos y un pelo despeinado. Muchas mujeres serpientes se reunieron en largas guirnaldas (alguien va con la corriente, otra morena ardiente) nada en desafío al agua. Están pálidos y cubiertos de manchas, como rastros de piel áspera y desgastada. ¿Tal vez debido a la inmadurez de las serpientes, la hibernación eterna y la pereza, yaciendo en el fondo?

Klimt dotó a sus mujeres de belleza fría y rasgos eslavos. La única decoración de cada uno era una exuberante cabeza de pelo con conchas intercaladas y piedras de colores, algas de origen sobrenatural, estilizadas por el artista.

El trabajo respira un brillante sabor azucarado con sabor a algas, el que deposita una capa suave entre las bellezas. La imagen estilizada de las serpientes traiciona la naturaleza desenfrenada de Gustav y su deseo de textura desnuda. La meticulosidad del elemento femenino es revelada por las inclinaciones sexuales del autor y la necesidad de contemplar y esculpir a la propia mujer.

La inquietud en los colores de Klimt se expresa en Water Snakes II mediante una paleta multicolor, contraste y decoratividad. Dado el tamaño del lienzo, el autor demuestra aquí una sensación de espacio, un diseño excelente y espacios vacíos. El detalle de múltiples capas destruye el aburrimiento que podría vivir en la historia de la vida de los monasterios marinos, y su personificación con las mujeres aún más.

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (1 votes, average: 5.00 out of 5)