La obra es reconocida como una obra maestra del “período azul” del artista. Tal vez sea en este trabajo que todo el programa estético y ético del autor se exprese vívidamente. Se sabe que al propio artista no le gustó esta imagen, considerándola imperfecta.
La trama de la obra es complicada y difícil de analizar.
La mayoría de las veces, el trabajo se interpreta de manera muy subjetiva, proyectando los datos de la biografía del artista en una imagen. Se sabe que el suicidio del amigo del artista causó una fuerte impresión en este último. La situación se complicó por el desorden y el estancamiento creativo del maestro.
Toda la trama se puede dividir en cuatro partes independientes.
El autor trata de combinar en una obra conceptos como nacimiento y muerte, amor y soledad. Además de la trama compleja, el autor organiza el espacio de trabajo en sí. Los tres planos en los que se encuentra la trama de la obra presagian que el cubista se deleita con el que el gran maestro quedará fascinado muy pronto.
Llama la atención la estática y la falta de vida de las figuras, acentuadas en un tono azul frío.
El artista parece representar el mundo de los muertos, dando a su obra un título polémico para expresar su actitud incómoda hacia el mundo que lo rodea. La atmósfera de silencio misterioso y carácter estático hace que el público experimente el estado de incertidumbre y dolor que la percepción del mundo del autor hizo durante la creación de la imagen.