Pintura “La caída de los ángeles rebeldes”. Desde 1561 hasta el final de su vida, Bruegel vive en Bruselas. La mayoría de las pinturas de este período fueron encargadas por coleccionistas; sus patrocinadores son el gobernante de facto de los Países Bajos, el cardenal Antonio Perenno da Granvela, el coleccionista de Amberes Nicolas Jongelink, erudito humanista de los Países Bajos Abraham Ortelius.
Bruegel se casa con Macken Cook, la hija de su primer maestro, se convierte en padre de dos hijos, recibe una orden honorífica del Ayuntamiento para perpetuar la gran apertura del canal entre Bruselas y Amberes. Se han conservado unos 25 trabajos de Bruegel de este período, pero esto es solo una parte de su trabajo. Después de mudarse a Bruselas, el artista crea los lienzos fantasmagóricos “El triunfo de la muerte”, “Greta loca” y “La caída de los ángeles rebeldes”.
Peter Bruegel, como si mirara al mundo a través del prisma de Bosch, crea un misterioso “elogio” de la Muerte. La impresión de fantasía ominosa se ve reforzada por el hecho de que Bruegel introdujo la Muerte en forma de innumerables hordas de guerreros esqueléticos. La pintura “La caída de los ángeles rebeldes” fue creada en base a la famosa trama bíblica, y también está llena de personajes siniestros de Bosch.
Bruegel parece que la humanidad está sumida en el reino de las tonterías y la crueldad, lo que lleva a la destrucción total.
Gradualmente, la actitud trágica y expresiva del artista es reemplazada por una reflexión filosófica amarga, un sentimiento de tristeza y frustración. Pero después de un tiempo, Bruegel vuelve a las formas reales, crea imágenes con paisajes distantes e ilimitados, y de nuevo lleva al espectador a un panorama infinito e inmenso.