Según la doctrina cristiana, este es el evento más importante en el camino de la salvación de la raza humana, según la doctrina cristiana. Acerca del evento de la Anunciación, solo uno de los autores del Evangelio, el evangelista Lucas. Esta narrativa, complementada con detalles apócrifos, formó la base de las imágenes pictóricas.
Lucas el evangelista narra que el arcángel Gabriel fue enviado a la Virgen, comprometido con su esposo, José, desde la casa de David; “El nombre de la Virgen: María”. Al aparecer ante María, el arcángel le dijo: “Bienaventuradas entre las esposas”, “Has encontrado gracia en Dios; y concebirás en tu vientre y darás a luz un Hijo”, a quien le das el nombre de Jesús. Este hijo, como continuó el ángel, “será grande y será llamado el Hijo del Altísimo”, y “no habrá fin para su reino”.
En respuesta a las palabras del ángel, María preguntó: “¿Cómo sucederá esto cuando no conozco a mi esposo?” Y el ángel le respondió: “El Espíritu Santo te encontrará, y el poder del Altísimo te cubrirá; por lo tanto, el Santo que ha nacido será llamado el Hijo de Dios”. Y luego María dijo: “He aquí, la esclava del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”. “Y el ángel se apartó de Ella”, el evangelista termina su historia.
María inclinó la cabeza en dirección al Arcángel Gabriel como señal de que escucha el mensaje que él trajo y encuentra la gracia que les ha sido traída. Como complemento del evangelio, “Proto-Evangélico” informa que María, que vivía en la casa de José, fue elegida como el sumo sacerdote entre siete vírgenes para hacer la cortina del templo: fue acusada de hacer girar la púrpura y la púrpura reales. Es por este trabajo sagrado, según apócrifos, que el arcángel enviado a ella lo encuentra.
Al principio, solo su voz, dándole la bienvenida, es escuchada por María, que ha salido de la casa con una jarra para sacar agua del pozo. Y cuando, asustada y sacudida, regresa a la casa y, tomando la púrpura, comienza a hacerla girar de nuevo, el mensajero celestial aparece ante ella y le habla de las buenas nuevas de las que se habla en el Evangelio.