El icono tiene una imagen única del Templo de Jerusalén con puertas abiertas y un velo levantado, con árboles en la fachada que simbolizan el paraíso. Raro por su tiempo es una imagen de perfil en una ventana redonda del edificio, de pie a la izquierda.
Composición, dibujo y proporciones de figuras, tipos de caras son las analogías más cercanas en los frescos de la Catedral de Salvador del Monasterio de la Transfiguración en Yaroslavl, 1563-1564, así como en una serie de íconos sin duda de origen Yaroslavl.
La buena conservación, la presencia de detalles iconográficos raros y únicos, el brillo de la expresión de los rasgos característicos de la pintura de iconos de Yaroslavl dan al monumento un importante valor artístico, histórico, cultural y de museo.