En la segunda mitad de los años 30, Svetoslav Roerich tenía muchos lienzos pintados sobre los temas de la vida y la vida de los indios. Estas obras pueden atribuirse al género cotidiano; En ellos, gracias a la elevación romántica de las imágenes de la vida cotidiana, se afirman los valores perdurables: trabajo alegre, amor, amabilidad.
Svetoslav Roerich muestra la belleza de una persona que realiza una labor pacífica y canta su unidad con la naturaleza. La estructura misma de la vida en las aldeas de la India, que ha cambiado poco durante cientos de años, expresa el alma del pueblo indio, su identidad nacional. El trabajo cotidiano de la India, el uso sencillo de su gente, sus tradiciones, la lealtad al hogar, la alegría tranquila de la maternidad, una infancia feliz, todas estas historias están tomadas de Svetoslav Roerich de la vida cotidiana.
El genio creativo perceptivo del artista, quien, detrás de las “pequeñas cosas” de la vida, es capaz de ver la grandeza del ser humano, las hace significativas y solemnes. En las escenas cotidianas, Svetoslav Roerich no se limita a la tarea de mostrar cómo vive una persona. Considera que la pregunta no es menos importante: ¿por qué vive una persona?
El artista revela esto “por qué” mediante una reflexión filosófica y una cuidadosa selección de todos los detalles destinados a encontrar vida en sus lienzos. Elimina de manera decisiva la escoria de la cotidianeidad de la cotidianidad humana, que destruye el alma humana, y pone en primer lugar todo lo que la dirige hacia la búsqueda del significado de la existencia humana, la conciencia del deber sagrado del don de la vida.
El paisaje de Svyatoslav Roerich no se convierte simplemente en un objeto de contemplación. Para el artista, no hay “naturaleza muerta”. Bajo su brazo, ella vive con la persona y para la persona.
La belleza de la naturaleza no solo da placer al hombre, sino que también lo complace.
Los picos de las montañas respiran inexorablemente y exigen una hazaña, inmensos horizontes atraen a lo desconocido, las llamas celestiales encienden el corazón con fe en lo bello. Svetoslav Roerich nos familiariza con los majestuosos paisajes de la India, con las costumbres de sus pueblos, con su gloriosa y antigua cultura.