“Hombre joven con un laúd” fue escrito para el cardenal Francesco del Monte, patrón del artista. Caravaggio interpretó a un joven absorto en la música: su mirada está llena de inspiración, sus dedos clasifican las cuerdas. Los objetos colocados en la imagen atestiguan el gran amor del pintor por el mundo que lo rodea, su lucha por la verdadera reproducción de la naturaleza, la transferencia de la calidad material de cada cosa.
En el cuaderno de música, que está ante el jugador de laúd, están inscritas las notas iniciales del madrigal, popular en el siglo XVI, “Sabes que te quiero”.
La pintura “Un hombre joven con un laúd” es una de las primeras obras de Caravaggio, que utiliza la técnica del contraste de luz y sombra, que luego se convirtió en el principal medio de expresión del artista y fue tomada de muchos de sus seguidores. La luz y la sombra no solo moldean las formas, sino que las alivian, revelan el volumen del cuerpo y varios objetos, sino que también concentran la atención en lo principal. Estudiando cuidadosamente la naturaleza, Caravaggio comprendió el efecto de la influencia de los objetos iluminados.
Así, en la imagen del Hermitage, pasó un reflejo cayendo sobre la mejilla del joven desde su hombro brillantemente iluminado; se hizo una sombra clara y transparente en la parte posterior del laúd, cuando las páginas blancas del libro de música cayeron sobre él. Es interesante observar que la inscripción en el segundo cuaderno de notas, que antes se leía como “Bassus”, ahora se decodifica como “Gallus”. Gallus es el nombre de un músico de Milán, amigo de Caravaggio.
Algunos sostienen que “El joven con un laúd” es una imagen de retrato de Gallus.
Sin embargo, el tipo de hombre joven en la imagen del Hermitage es similar al que se encuentra en muchas de las primeras obras del artista: pelo rizado, óvalo suave del rostro, ojos oscuros y brillantes, cejas bien delineadas. Lo más probable es que las imágenes que se muestran no sean de una persona específica, pero se les da una imagen generalizada.
En los primeros días de la creatividad, Caravaggio a menudo daba a los jóvenes algunas características femeninas, que, sin embargo, eran típicas de todo el arte italiano de finales del siglo XVI. El músico en la foto del Hermitage se confundió con una chica que tocaba música y la canción se llamó “Lutheist”. Se sabe que de la colección del Cardenal del Monte, la imagen pasó al Marqués Justiniani, de cuya colección se compró en 1808 para el Hermitage.