Esta imagen pertenece a la serie de odaliscos de Matisse, que se caracteriza por una combinación contradictoria de formas corporales simplificadas y ornamentos exquisitos que conforman el fondo y el escenario de la obra.
Por cierto, Matisse posó para esta foto “oriental” de una mujer completamente europea, reencarnada en una “Odalisca”, externa e internamente. Sin embargo, esto ya ha ocurrido: el mismo Engra en su famoso “Gran Odalisque” representa a una mujer europea.