Pintura de Paolo Veronese “Fiesta en Simón el fariseo”. El tamaño del cuadro es de 540 x 830 cm, óleo sobre lienzo. El período maduro de Veronese también se distingue por un cambio gradual en su sistema de pintura.
Sus composiciones son, por regla general, cada vez más concurridas.
El movimiento de una gran masa de personas (una multitud, compleja y rica en efectos plásticos y pictóricos) se percibe como una especie de entidad viviente única. La compleja sinfonía de colores, su completo movimiento pulsátil, se entrelaza creando un sonido diferente de la superficie colorida de la imagen que en la era del Alto Renacimiento.