En esta pintura, pintada en 1888 en Arles, el artista representó un antiguo anfiteatro, donde se celebraban corridas de toros. El punto de vista se elige de tal manera que el público se convierta en el personaje principal.
Los investigadores creen que Van Gogh representó a muchos de sus conocidos entre los espectadores, cuyas imágenes pueden verse en otras pinturas del artista de este período. Van Gogh triunfó perfectamente en las posturas y los gestos de las personas, en la diversidad de los puntos brillantes que transmiten el animado ruido de la multitud humana.
La acción que tiene lugar en el escenario es de importancia secundaria para el artista. Lo coloca en la esquina superior derecha y, en general, muestra las figuras de toreros toreros. Sin embargo, el punto amarillo brillante de la escena lo hace sobresalir de la masa compositiva total, porque el espectáculo es lo que unió a todas las personas en la arena.
Van Gogh usa brillantes combinaciones de colores contrastantes que aumentan el sentido de revitalización festiva. Se sabe que el cuadro fue pintado bajo la influencia de la obra de Gauguin, quien en ese momento vivía en Arles en la casa amarilla de Van Gogh. La influencia de un amigo afectó enormemente el estilo de pintura: Van Gogh usa manchas generalizadas, colores más simples.
Los detalles de la imagen están rodeados con un contorno oscuro, lo que también acerca la imagen a las obras de Gauguin.