El odio a los enemigos, el amor a la madre patria inspiró a los artistas a crear una imagen que ha soportado la gloria del patriotismo soviético durante siglos. Estas mismas ideas llevaron a los artistas cuando en 1944 comenzaron a crear la pintura “El vuelo de los fascistas de Novgorod”. En 1944 Kukryniksy llegó a Novgorod liberado por el ejército soviético.
Una terrible imagen de destrucción bárbara apareció ante ellos. En la nieve, partes del monumento del Milenio de Rusia aserrado por los nazis yacían alrededor. Herido, en huecos de conchas, se alzaba la catedral de Novgorod Sofía, un símbolo de la gloria nacional.
Para afirmar la inviolabilidad y la eternidad de las obras de la arquitectura rusa, la inmortalidad de la gran cultura, los artistas se proponen esta tarea, comenzando a crear una imagen. … Corriendo convulsivamente alrededor con antorchas en manos de los fascistas que huyen de la ciudad, tratando de destruir, destruir santuarios nacionales.
En el centro de la imagen se encuentra una catedral llena de belleza trágica. A pesar del brillo carmesí del fuego, en la remoción de oro de las cúpulas, la catedral se erige en su tierra natal como una fortaleza, como la personificación de la gloria heroica de Rusia. El fuego arde por todas partes, el camino que los incendiarios corren con antorchas es negro debido al fuego, pero las paredes de la catedral son blancas como la nieve, su silueta es limpia y clara.
Iluminado por la cálida luz del sol, el gran monumento de la arquitectura antigua se erige como un héroe lleno de grandeza y poder, que reivindica el triunfo de la razón y la inevitabilidad de la retribución de los oscurantistas fascistas.
Con una compleja composición expresiva, hábil distribución de la luz y la sombra, los artistas dieron a la imagen un gran sonido emocional. Según lo completo del plan, el brillo de la encarnación de “El escape de los fascistas de Novgorod” es uno de los lienzos más significativos de la guerra.