Esta es la tercera parte del tríptico “El martirio de Santa Catalina”. La trama de las famosas leyendas cristianas. En un momento, Catalina reinó en Alejandría, que quería convertirse en cristiana.
Su deseo se hizo realidad: fue bautizada por una reclusa.
Al mismo tiempo, el emperador Maxentio estaba en Alejandría, quien buscaba socavar la verdadera fe de la mujer. Él envió 50 hombres sabios a ella, pero no pudieron sacudir la devoción de Catherine al cristianismo. Además, la propia Catherine pudo convencer a estos hombres de la verdad del cristianismo tanto que estos sabios decidieron convertirse en cristianos. Sin embargo, el brutal Maxentius los ejecutó a todos. Ahora el emperador le ordenó a Catherine que hiciera una rueda con púas en la que sería torturada hasta que renunciara a la fe.
Pero el plan del emperador no se materializó: el rayo golpeó y cortó el dispositivo infernal en dos partes.
El enfurecido emperador ordenó que decapitaran a Catalina. La artista describió el momento más terrible en el destino de una mujer valiente: está a punto de ser decapitada por el verdugo que está detrás de ella, pero el rostro de Catherine es tranquilo y confía en la exactitud de su acto.