Además del “Altar de Gante”, hay una serie de pinturas atribuidas a Jan van Eyck o su hermano Hubert.
En general, estas cosas son muy similares en estilo a las obras para las que la autoría de Jan van Eyck está comprobada sin lugar a dudas, pero con dos enmiendas: en primer lugar, son menos sofisticadas en composición y, en segundo lugar, demuestran algo de la incertidumbre del autor al representar figuras y perspectivas. Las más notables de las pinturas controvertidas son “Las Tres Marías en el Santo Sepulcro”.
Las figuras aquí no están pintadas tan hábilmente como en las pinturas de Jan van Eyck que conocemos, sin embargo, el paisaje de Jerusalén en el fondo corresponde completamente a nuestras ideas acerca de las características de su pintura. Otro trabajo de esta serie es el díptico “Crucifixión” y “Juicio Final”.