La pintura “El gran experimento” es una oración dura y despiadada para quienes llevaron a cabo la despiadada experiencia de construir un “nuevo mundo”, según la teoría marxista-leninista, que convirtió al sangriento espectro del comunismo en un largo viaje por Europa.
No es por casualidad que en el “Gran Experimento” de Glazunov, una estrella masónica de cinco puntas ocupe un lugar tan grande, como si reviviera las acciones de los personajes que contiene. Vemos al primer regicidio de Cromwell, los líderes sangrientos de la Revolución Francesa, que proclamaron “libertad, igualdad y fraternidad”, las figuras del famoso vagón sellado, que llegaron a Rusia con Ulyanov-Lenin. Reconocidos por su crueldad y su fanática disposición para destruir al mundo entero, los líderes del mundo Comintern…
La parte izquierda de la imagen nos recuerda al país más grande, libre y rico del mundo: la Rusia monárquica ortodoxa.
En la neblina sangrienta reconocemos a los líderes de la guerra civil fratricida, tanto blanca como roja… Y más abajo, la familia del último autócrata ruso, Nicolás II, como abrazada por el fuego ecuménico, condenada al asesinato y al reproche. Sobre ellos, como una baraja de cartas dispersas, hay fotografías de los criminales estatales de la Rusia zarista: Ulyanov, Dzhugashvili…
En la parte derecha, no lejos de la estrella mortal, está la cabeza de Cristo, que lleva la pesada carga de la cruz, sobre la cual fue crucificado por el mal universal. Aquí están, los que luchan contra Dios: en el Mausoleo hay miembros famosos del politburó. También se puede observar detenidamente el cuadro de este misterio peculiar, como siempre, bello en forma y color y muy claro en la crueldad de su veredicto histórico.
Y aquí, como siempre, Ilya Sergeevich Glazunov está privado del tono del fiscal, la retórica directa, simplemente expresa su punto de vista, expresándolo en imágenes que son comprensibles y accesibles para todos.
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