“Eco del tiempo pasado” – una de las obras más significativas de este género. Aquí, como en el retrato de “Damas de azul”, el artista combina lo real y lo fantástico, el pasado y lo moderno, lo romántico y lo cotidiano. Pero esta vez la heroína es más condicional en la forma de ejecución. Parece ser una sombra del pasado, que visitó la antigua casa donde una vez vivió.
Pero el interior en el cuadro es vitalmente convincente.
La vegetación iluminada del parque en el fondo realza el crepúsculo de la habitación. Aquí el artista repite el efecto que ha intentado muchas veces en interiores naturales. La falta de postura contrasta con la mirada electrificada y agitada. En esta vida cambiante de una persona, coqueta, astuta, cuya expresión no se presta a una designación inequívoca, el encanto principal de la obra que uno quiere llamar un retrato, es tan característica de un modelo.
El perro bordado en la almohada roja es también un eco del pasado.
Esta cosa ingeniosa y curiosa trae a la imagen un comienzo des-romántico. No es una emoción mística, pero la tierna ironía se siente en esta resurrección de las sombras del pasado. La dualidad de sentimientos (admiración e ironía) determina el estado de ánimo de muchas retrospectivas de Somov. “El eco del tiempo pasado”: el más misterioso, podría decirse, es una imagen profética, sobre la cual los contemporáneos escribieron mucho, tratando de desentrañar su significado.
En el primer plano, directamente frente al espectador, en una postura tensa, se sienta una niña muy delgada con los labios comprimidos en una sonrisa artificial y una mirada firme e inmóvil; Su apariencia carece de suavidad y encanto femenino. Parece que si ella hablara, escucharíamos una voz aguda y un tono de mando. Un vestido magnífico, obviamente de lujo del “pasado” y un bordado acogedor en la capa de la silla no suavizan esta impresión. Ante nosotros, por supuesto, un nuevo tipo – una chica del siglo XX.
El artista captó estos rasgos: dureza, energía, asertividad. Curiosamente, el fondo representa una vista del balcón y el jardín, que recuerda a la pintura “En el balcón”, pero el lugar de la anciana tranquila fue ocupado por esta agresiva heroína del nuevo tiempo.