
Aquí, Ernst utiliza una variedad de técnicas, desde la pintura al óleo tradicional hasta las manchas de elementos completamente “no artísticos”, como el botón de timbre eléctrico, al que se extiende alguien antropomorfo, que sostiene a una niña en sus brazos.
El ruiseñor diminuto, apenas perceptible en el cielo no trae paz a este trabajo, por el contrario, le informa aún más ansiedad.
Madonna salpicando a Cristo infantil frente a tres testigos – Max Ernst
Golpear a un bebé – Max Ernst
Capricornio – Max Ernst
Bosque Embalsamado – Max Ernst
La tentación de San Antonio – Max Ernst
Día y noche (noche y día) – Max Ernst
Toda la ciudad – Max Ernst
El viejo padre Raine – Max Ernst