Pero de todos, los rostros extraordinariamente vívidos de los santos, Cristo, los ángeles, y especialmente María, son más expresivos: su imagen, por su profunda humanidad y agitada pureza espiritual, es parte del arte del Renacimiento. Una creación aún más polémica y extraña, generada por esta era crucial de la cultura alemana, es una enorme estatua de San… George, golpeando un dragón, tallado en madera por orden del estadista sueco Wall Sture por el escultor del norte de Alemania Bernt Notke en 1489
La figura de un caballero en un caballo de crianza, hundiendo un monstruoso dragón, está llena de expresiones salvajes, casi ridículas y, al mismo tiempo, una fabulosa visibilidad, que se remonta a antiguos motivos populares; La última impresión se promueve especialmente con el uso inesperado de las cornamentas de alces como material escultórico, cubriendo el cuerpo de un dragón ondeando en la espalda, así como una multitud de adornos de fantasía en la cabeza del caballero y su caballo, armadura, arnés, etc. El mundo de los cuentos de hadas de la Edad Media vuelve a cobrar vida en sus características más sinceras y vitales.