Si la imagen anterior creada por el joven Baziti es un trabajo notable que incorpora los mejores logros de la pintura veneciana de esa época, entonces esta imagen es mucho más débil, a pesar de algunas de sus características interesantes. La forma de escribir es un tanto seca, que recuerda las técnicas de los maestros de la provincia de Marche, y no fue por casualidad que esta junta se considerara anteriormente el trabajo de Pierre Maria Penacchi y Marco Palmezzano.
Durante la creación de esta imagen, el maestro murió Baziti – Alvize Vivarini. Bazaiti, cuyo estilo en ese momento ya había comenzado a acercarse al estilo de Bellini, completó varias obras de su maestro. La influencia no solo de Bellini, sino también de otros maestros afectó el trabajo de Bazaiti.
El año 1505 fue transitorio en el desarrollo artístico del maestro, y como resultado del cambio de estilo, sus obras se volvieron un tanto indecisas. La composición de esta imagen se puede asociar con la obra faltante de Bellini, una copia de la cual, realizada para el taller, se encuentra en Estocolmo en el Museo Nacional.
La imagen del fondo y en general de todo el entorno de ambos maestros indica la similitud de sus puntos de vista. Cristo se representa en una posición semi-sentada en la tumba, un cielo azul con cúmulos blancos es visible en la apertura de la cueva, y hojas de hiedra de hoja perenne simbolizan la redención, que proporciona vida eterna a la humanidad.