Muchas de las obras de Lautrec son sobre escenas de la vida de los burdeles. En París, el artista tenía dos casas públicas favoritas, donde a veces desaparecía durante semanas, hablando con amigos y dibujando prostitutas aquí.
Los habitantes de estas casas atendieron al artista con ternura, y él les respondió a cambio. Lautrec apreció mucho el hecho de que estas mujeres no dudaron en aparecer desnudas o medio desnudas delante de él; esto le dio la oportunidad de hacer bocetos en vivo de la naturaleza “Chica en un corsé”. El artista escribió la vida de las prostitutas en detalle y con interés, pero en obras de este tipo no había sombra de moralización o sentimentalismo.
Representó a sus heroínas, ocupadas con sus tareas cotidianas, a menudo rutinarias: lavarse, jugar a las cartas, hacer la cama, esperar perezosamente a un cliente, someterse a un examen médico, etc. vista de lautrec.