La pintura “Taza de cerveza” se escribió a fines de 1872 a principios de 1873. El trabajo fue aceptado por el salón de arte contemporáneo con bastante calidez, recibió muchas críticas positivas y ganó un lugar honorable, en opinión del venerable jurado formado por personalidades serias y eminentes entre los intelectuales artísticos.
El lienzo fue creado durante el período en que Edouard Manet fue uno de los principales y altamente respetados pintores impresionistas de la escuela de arte francesa. La tela está ubicada en el Museo de Arte, en Filadelfia. El lienzo fue creado a partir de la vida en el café “Gerbua”, en el que la “pandilla Manet” se reunía todos los días para discutir las noticias y discutir sobre el arte.
El retrato muestra a uno de los invitados frecuentes de este café: el artista dedicado a la litografía, Emil Belo. Se lo representa sentado cerca de una pequeña mesa redonda, sobre la cual se levanta una taza llena de cerveza, que Emil Belo agarró con fuerza con sus grandes dedos. Fue esta obra pictórica, más reminiscente en su encarnación del etude sketch que trajo al artista, el éxito tan deseado.
La imagen fue elogiada y le dio un alto valor. La figura de Emil Belo es como si estuviera inmersa en la oscuridad, abarca un rico fondo negro. El litógrafo Belo está representado con un tubo en un traje de tonos oscuros y grisáceos con un brillo mate.
Los puntos brillantes en la imagen son la cara nerviosa y borracha de Emil con la nariz enrojecida.
La imagen resultó estar abierta, incluso puedo decir “desnudo”, evocando empatía, comprensión de la imagen. La imagen se caracteriza por la prioridad de la luz en la configuración de la imagen. Esto es casi una fotografía pura. Lo principal aquí es dibujar luz.
La frágil materia del círculo hace eco de una ligera corriente de humo en otra parte de la imagen, cerrando la diagonal compositiva general. El ritmo especial del lienzo se establece con reflejos y detalles en blanco, como un tubo, un collar, puños. La imagen era muy natural, tangible.
Parece que la alegría y los saltos también te atrapan, por lo que un retrato es contagioso y sincero. El color oscuro se asemeja a los tonos de la cerveza oscura que llenan el espacio de la imagen solo por un momento, mostrando, como en una película, la silueta del café Guberua regular.