Pintura del artista flamenco Bartholomeus Spranger “Circe and Odyssey”. El tamaño de la imagen es de 198 x 72 cm, cobre, aceite. La imagen se basa en la trama homérica de una historia mitológica sobre Odisea.
Circe es la hija de Helios y Oceanides. Persas, relacionados con Hécate, la diosa de la luna y una representante de la brujería.
Vivía en la isla de Eya, donde trajeron a Odiseo durante sus paseos por el mar. Cuando parte de los satélites de este último, que habían ido a explorar la isla, fueron convertidos por Circe en cerdos, Odiseo fue solo a la casa de la hechicera y, con la ayuda de la maravillosa planta que le había dado Hermes, derrotó el encantamiento de la diosa, quien, admitiendo a la valiente huésped Odyssey, lo invitó a quedarse con ella en la isla y comparte su amor
Odiseo se apoyó en la oferta de la diosa, pero primero le hizo jurar que no estaba tramando nada malo contra él, y le devolvió la imagen humana a sus compañeros que se había convertido en cerdos. Habiendo vivido un año en la isla en felicidad y satisfacción, Odiseo, ante la insistencia de sus compañeros, comenzó a pedirle a Circe que los llevara a su tierra natal, y, habiendo recibido el consentimiento de la diosa, acudió primero, por consejo, a la región de Aida para aprender del profeta Tirezii sobre los próximos ensayos.
Después de recibir la información deseada de Tiresia, Odiseo regresó a la isla de Circe y, advertida por ella sobre los peligros que le esperan cerca de la isla Siren, en el estrecho donde viven Skilla y Caribdis, y en la isla de Trinacria, partió en otro viaje. De Odiseo, nació el hijo de Circe, Agrio. En la imagen, el artista Spranger describió el momento en que Odiseo le pidió a Circe que lo dejara acompañar a sus amigos a su tierra natal.