El nombre tradicional es “Chica por la ventana”, aunque esto es claramente un trabajo de estudio y un alféizar de ventana en el que se apoyó el modelo, nada más que un estante o soporte. Sin embargo, nada puede restar valor al encanto de esta imagen aparentemente sencilla, que ha sido muy popular durante mucho tiempo.
La forma sorprendentemente libre de escribir lo distingue de los trabajos hechos a medida y cuidadosamente ejecutados, mientras que al mismo tiempo se logra una sensación de profundidad psicológica, tal letra se vuelve más y más característica de Rembrandt. Expresión facial especialmente fascinante; Parece que cambia ligeramente bajo nuestra mirada, como si la chica estuviera sonriendo.
Algunas veces reconoció al ama de llaves y novia del artista Hendrikier Stoffels, aunque se cree que ella apareció en la casa de Rembrandt no antes de 1647. Sin embargo, esta versión no se puede excluir, a pesar del hecho de que la imagen difícilmente se puede dar diecinueve años.