Pintura del pintor holandés Jan Vermeer Delft “Chica con una jarra de agua”. El tamaño del cuadro es de 46 x 41 cm, óleo sobre lienzo. La pintura fue donada al Museo Metropolitano por Henry Morgan en 1889.
En el siglo XVII, los artistas holandeses utilizaron pintura blanca y negra para representar sombras, especialmente sombras en una superficie clara.
Vermeer Delft por primera vez en la historia de la pintura para la imagen de sombra mezclada de umber, ultramar y blanco plomo. Después de 200 años, los impresionistas franceses redescubrirán este secreto de la paleta, permitiéndole darle al lienzo una sensación de frescura, aire y luz. Ultramarine es una falda de una niña con una jarra de agua, esta es la imagen más oscura de la imagen.
Como en la imagen “Maid con una jarra de leche”, el contorno de la falda está delineado por una línea blanca, más clara que el color de la pared. En la heroína de la imagen “Una chica con una jarra de agua” está la misma chaqueta amarilla con trenza negra, como en el lienzo “Una chica con una letra en una ventana abierta”. El gran cuello y la gorra de la mujer están registrados por el pintor con notable minuciosidad y habilidad.
Uno puede ver todos los pliegues de la fina tela almidonada, a través de ella se destacan el diseño de las mangas y los contornos del peinado de la joven. La imagen es tan perfecta que, si tan solo quedara esta pintura de toda la herencia del artista, Vermeer todavía sería considerado uno de los grandes pintores. Intentarán escribir en blanco sobre blanco 300 años después, pero nunca podrán superar el talento del pintor holandés Jan Vermeer Delft, que logró transmitir de forma natural la iluminación y la textura de los objetos.