La segunda etapa en el trabajo de Utrillo se correlaciona con el “período blanco”.Duró desde 1910 hasta 1914. En este momento, la paleta del artista se volvió notablemente más brillante, ya no escribía al aire libre, sino solo en el estudio, utilizando las vistas de París representadas en postales antiguas como temas.
Las obras de este período se caracterizan por el predominio de todos los “blancos”: muros derruidos, casas en ruinas del antiguo Montmartre, que se encuentran en los cuadros “Calle del Mont-Cenis”, 1912 y “Casa de Berlioz”. Ambas obras están llenas de una atmósfera de tristeza, vacío, soledad. Salir de las calles siempre ha sido el foco del artista, así como de las ventanas, que escribió con increíble cuidado.