Después de graduarse del curso con una medalla de oro de primer grado, Aivazovsky recibió el derecho de viajar al extranjero como pensionista de la Academia. Y en 1840, Aivazovsky partió para Italia.
El artista trabajó en Italia con gran entusiasmo y creó alrededor de cincuenta grandes pinturas aquí. Expuestos en Nápoles y Roma, causaron un verdadero revuelo y glorificaron al joven pintor. Los críticos escribieron que nadie había retratado la luz, el aire y el agua de forma tan vívida y auténtica.
El cuadro “Caos” Aivazovsky tuvo el honor de ingresar a la exposición permanente del Museo Vaticano. El papa Gregorio XVI le otorgó al artista una medalla de oro. En esta ocasión, Gogol en tono de broma le dijo al artista: “Tu” Caos “ha provocado caos en el Vaticano”.