El retrato escultórico del primer cuarto del siglo XIX se caracteriza por la búsqueda de un ideal elevado, el interés por una persona extraordinaria que pone su mente y sus pensamientos al servicio de Rusia. Ese fue M. N. Muravyov, un prominente estadista y escritor. En su retrato, una combinación inusual de antiguo hermo y uniforme moderno con órdenes que recuerdan los méritos ante la sociedad.
El escultor hizo un retrato no de la vida, sino en una imagen pictórica. Manteniendo lo básico de un retrato clásico, logró alcanzar no solo similitudes, sino también vitalidad y autenticidad. Mikhail Nikitich Muravyov es un estadista, amigo del Ministro de Educación Pública y administrador de la Universidad de Moscú. El editor de los “científicos de Moscú”.
El escritor, el padre del decembrista N. M. Muravyov.