El bosque de invierno en la figura de I. Shishkin es especial, inactivo. La vida parecía haberse detenido allí: el río estaba casi completamente congelado, los árboles congelados, cubiertos de nieve. El esquema de color es simple: negro, blanco, marrón.
Una base bien elegida, transmite perfectamente los colores y el estado de ánimo de una noche nublada de invierno. La falta de vida del paisaje se rompe solo por pequeños parches abiertos en la alfombra de hielo del pequeño río, reflejando el bosque de invierno.
Los parches descongelados dan esperanza para una primavera rápida, para despertar de la hibernación. Árboles cubiertos de nieve, reflejados en el agua que fluye, como preparándose para el inicio de una nueva etapa de la vida, para despertar. Composicionalmente, el paisaje está dividido por el río en dos partes iguales.
El río conecta las dos mitades del bosque, como si mantener la naturaleza circundante al borde de la vida y la muerte, no le permita dormirse demasiado.