“Bodegón con una bola amarilla y una jarra de arcilla” se escribió en 1906. Fue el apogeo del talento de la joven artista, que en su corta vida escribió alrededor de 50 hermosas naturalezas muertas. La gama brillante y colorida habla de la influencia de Paul Gauguin, cuyas obras Paula conoció en París.
Y sin embargo, este trabajo ya muestra su propio estilo, el estilo de un maestro maduro, cuyas creaciones no se pueden confundir con Gauguin, Matisse, con nadie, son muy originales y originales.
En esta naturaleza muerta, la ausencia de una bola amarilla, declarada en el título, es sorprendente. No encontré ninguna explicación de críticos de arte conocedores, y no necesito fantasear con eso.
Mejor admiraremos este hermoso trabajo, donde los colores juegan con los rayos del sol, donde se siente la encantadora mañana de verano, donde las plantas, las jarras, la bandeja son un todo, un componente de la naturaleza inmensa que nos rodea.