Una maravillosa composición de múltiples figuras, iluminada por el sol alegre y llena del espíritu de la emoción. Los ángeles sentados en las nubes y tocando música han sido especialmente exitosos para el artista.
Es sorprendente, sin embargo, que Juan el Bautista Carracci muestre a un hombre de mediana edad, pero casi anciano, que ya está empezando a quedarse calvo.