Esta pintura fue creada por Pierre Renoir en 1883.El artista apreciaba la vida y la admiraba. Siempre se sintió atraído por su belleza femenina, su misterio. La suave piel blanca de las jóvenes bellezas lo volvía loco, por lo que la retrató con tanta ternura en sus obras.
Renoir también está siempre sorprendido de cómo los niños están felices, lo inspiró a pintar retratos de niños, en los que trató de transmitir las emociones en la cara del niño con la mayor precisión posible.
Mirando esta imagen, puedes ver que la chica no tiene un físico delgado. Renoir siempre prefirió las formas regordetas, los brazos fuertes y los hombros anchos. La pintura muestra a una joven pelirroja de un pueblo sencillo que fue a nadar en el río. Un bañista sentado mira pensativo a algún lado, sentado en una pequeña piedra.
Como siempre, Renoir retrató su piel sorprendentemente delicada y hermosa. La niña en todos los aspectos se ajusta a la descripción del artista ideal.
Con especial inquietud, Pierre dibuja cada línea y pliegue de su cuerpo tierno. La parte inferior del cuerpo de la niña está envuelta en una sábana blanca, cuyos pliegues también están claramente trazados por el artista. Cada parte de la imagen parece real. El lienzo está hecho de un gran número de diferentes colores y sombras, sorprendiendo al espectador con su facilidad. Renoir prefirió usar movimientos delgados e ingrávidos, colocando uno sobre el otro, para no sobrecargar la percepción de la audiencia.
Esta técnica te permite conseguir los tonos más delicados.