En 1916, mientras estaba en Crimea, Robert Falk escribió una de sus famosas pinturas: “Autorretrato contra la ventana”.Una obra bastante madura del período de membresía en el “Jack of Diamonds”, personificó el giro de la creatividad del artista hacia la búsqueda artística de P. Cézanne y el abandono gradual del cubismo decorativo.
En la habitación, de espaldas a la ventana, hay un hombre alto con una camisa gris. Toda su figura expresa tensión y máxima concentración: su rostro está concentrado, sus ojos negros sin fondo miran a la audiencia, su mano derecha, apretada en un puño, presionada contra el cuerpo, la izquierda ligeramente doblada, los dedos cerrados. La cara y la figura están distorsionadas, pero el parecido con Falk se adivina fácilmente, aunque para el artista no le importó mucho.
En su trabajo de retrato, no buscó transmitir la semejanza, estaba mucho más interesado en el componente psicológico y el significado oculto en la imagen, ya sea un retrato, un paisaje o incluso un bodegón. Por cierto, el propio artista nunca utilizó el término “autorretrato” en relación con este lienzo, exponiéndolo como “Hombre por la ventana”, simplemente “Retrato” o “Retrato en el fondo de la ventana”.
En la mano derecha de un hombre hay una mesa cubierta con un mantel azul. Sobre la mesa hay una jarra marrón y un jarrón con varias frutas verdes y una roja. En el paisaje fuera de la ventana, se adivinan los contornos de los cipreses. El color turbio envejecido con predominio de tonos grises y azules sirve como soporte para la atmósfera de concentración ansiosa que emana del lienzo.
Dicha paleta restringida está tratando de ocultar las experiencias que hierven en el alma de una persona, que aún encuentran una salida, vertiéndose sobre la imagen con dos gotas brillantes: los labios rojos del hombre y la fruta roja en un florero.
La deformación deliberada de la figura y la cara en el espíritu de los principios del constructivismo refuerza la contradicción entre la aparente estasis y la tensión interna colosal. La distorsión de la forma utilizada por Falk para transmitir agravación emocional y el aumento del drama semántico.
La orientación vertical de la imagen, la figura central alargada y los objetos de fondo sirven como un tipo de exclamación que atrae la atención y requiere detenerse para estudiar el lienzo con cuidado.