Alberto Durero pintó muchos autorretratos. En este artista se representó a la edad de 22 años, cuando regresó de paseos distantes. Los viajes de los aprendices que completaron sus estudios fueron por mucho tiempo acostumbrados entre los artesanos y artistas europeos, para que pudieran familiarizarse con compañeros de trabajo en otras ciudades y países.
El rostro joven es hermoso y tranquilo. Con los ojos ligeramente biselados al espectador, como sucedió, se sentó de lado al espejo. Largo cabello rojo brillante cae sobre los hombros. Parecen estar fluyendo llamas.
Y el peludo sombrero rojo oscuro también evoca la idea del fuego.
Chaqueta de color verde grisáceo con ranuras en las mangas adornadas con lazo rojo. El cuello y la parte superior del tórax son clavícula desnuda, visible. Una camisa de lino fino en conjuntos exquisitos y con firmware rojizo.
El corte y el color del disfraz es elegante. Se ve que el estilo de sastre dictado por el artista. Las manos fuertes sostienen cuidadosamente una rama de acebo, un símbolo de la fidelidad masculina.
Sobre un fondo verde oscuro y profundo, la cara brilla, los labios se están quemando, el cabello está ardiendo. En la parte superior del monograma del artista y la inscripción: “Mi negocio continúa, como lo ha ordenado el cielo”. El joven artista es el novio. El padre se ha casado con su novia. Hijo y no le importaba.
En el entorno artesanal sus costumbres. Durero – junior va a obtener los derechos del maestro. Y el maestro debe casarse sin falta.
Curiosamente, en los tiempos de Durero los artistas eran artesanos, era un gremio muy respetado. En Europa occidental en la Edad Media, el gremio es una asociación, una unión. Y el arte se convirtió en pintura más tarde, y fue un largo proceso desde el Renacimiento hasta la Edad Moderna.