Tropinin pintó su autorretrato sobre el fondo del Kremlin de Moscú. A juzgar por la imagen, el artista era un hombre completo con una cara redonda. Tiene una cara inteligente, de buen carácter y parece una naturaleza amable. La tropinina tiene el pelo canoso y cejas negras gruesas. Lleva gafas de montura redonda, lo que enfatiza la redondez de su rostro.
Los ojos oscuros se ven confiados y pensativos. Quizás el artista sea una persona seria, pero su figura y su rostro sugieren que es alegre, abierto, sincero y amable.
Lleva ropa ordinaria, nada especial. Encima del artista como si vistiera túnica ordinaria. Tropinin se presentó a sí mismo como una persona simple y ordinaria que fue arrancada del trabajo. Parece que un albornoz cómodo es su ropa de trabajo habitual.
En su mano izquierda sostiene pinceles y una paleta. Estas son las herramientas de trabajo con las que se crean las obras maestras de la pintura.
Después de haber representado los pinceles, el autor quería enfatizar cuán importante es el arte para él, esta es toda su vida. En su mano derecha, sostiene un bastón, que probablemente lo ayuda a moverse, y tal vez sea solo una cosa que complementa su apariencia. En la imagen, la tropinina se representa como un artista ordinario, sin complicaciones, sin pretensiones ni engaños de grandeza.
Se para en la ventana o en el balcón. Detrás de él se encuentra una hermosa silla, desde la cual aparentemente se levantó para ser representado en tal posición. Tal vez, si la pintura fuera más grande, entonces hubiera un caballete frente al artista.
Parece que pintó cuando estaba distraído, y con pinceles y una paleta en la mano, se levantó de la silla para posar. A juzgar por el cielo, la imagen muestra la noche cuando el sol ya se está poniendo. Tropinin se retrató con el telón de fondo del Kremlin de Moscú.
Probablemente, de esta manera, quería enfatizar la importancia de Moscú y el Kremlin para él.