El 25 de octubre de 1888, Paul Gauguin viene a visitar a Van Gogh en Arles. Los amigos están discutiendo con entusiasmo la idea de crear un “Taller del Sur”, una comunidad de artistas concebida por Vincent. Sin embargo, los desacuerdos que surgieron pronto provocaron una disputa y un acto inesperado de parte de Van Gogh: desconcertado, lanza una navaja de afeitar sobre Gauguin y luego le corta el lóbulo de la oreja.
Las circunstancias del incidente aún son desconocidas, pero algunos investigadores creen que este comportamiento extremo fue probablemente el resultado del uso excesivo de absenta.
Después de una corta estadía en el hospital, Van Gogh tomó el autorretrato. Con su ayuda, buscó una respuesta a las preguntas: ¿qué me pasa? como vivir El artista intentó recuperar la confianza en sí mismo y recuperar la fuerza mental agotada.
Él usa la imagen tradicional de reventar como la más estable. Un sombrero de piel oscura y una chaqueta verde parecen llevar en un anillo una cara pálida con rastros de infortunios recientes, que están indicados por un trozo de algodón atado a la oreja y su vendaje de soporte. Sin embargo, ni la alegría de la recuperación, ni la confianza en el futuro se siente.
Solo con él mismo, el artista es sumamente franco.
El autorretrato se puede dividir en tres partes de color: naranja, rojo y verde. Existe la opinión de que tal combinación de colores no tiene sabor, de hecho, es un clásico en la teoría del color. Al estar cerca, estos tonos se dan brillo y expresividad.
De hecho, Van Gogh le cortó el lóbulo de la oreja izquierda, pero su derecha está vendada en el lienzo. Esto es porque el artista pintó el cuadro, mirándose en el espejo. El rostro del retrato parece antinatural y distante: los ojos están muy cerca el uno del otro, y el propio Van Gogh parece ser diez años más viejo que la época en que pintó el cuadro.
Los investigadores de Van Gogh a menudo usan el término “desmerecimiento romántico de la imagen” en relación con sus autorretratos. El artista es despiadado consigo mismo y todos los medios disponibles para él demuestran que está privado de cualquier tipo de exclusividad y es solo uno de muchos, una persona modesta y corriente. Pobre contacto con los demás, el pintor parece refugiarse en sí mismo.