El trabajo surrealista y duro “el fenómeno de la ciudad de Delft” es difícil de confundir con la creación de otros maestros. Por supuesto, este es Salvador Dalí y, por supuesto, este es el trabajo de la segunda mitad de su actividad creativa. La multidimensionalidad del espacio, la apoteosis y el simbolismo emiten un regusto de hollín en combinación con sombras contrastantes y calma tranquila.
Analizando el lienzo en partes, uno puede juzgar el propósito de este o aquel detalle como un tema separado: casas en el horizonte, puesta de sol, guardias armados con alabardas, un carro de ladrillos rojos, un elemento interior – una cómoda… El conjunto de las partes dispersas infecta al espectador con una mente dolorosa, Que poseía los pensamientos de El Salvador. El significado del trabajo presentado puede ser juzgado a su manera.
Pero la militancia del lienzo es obvia. Puedes interpretar la imagen como un mensaje perturbador para los enemigos y para los que no quieren.
Soldados dormidos y alabardas puntiagudas son una mezcla de fuerza y masculinidad, frenesí latente en la mesa. Analizando la vista del paisaje, inconscientemente, la conciencia va a las cercanías de Delft, escrita por Vermeer en 1658-60. Y este cielo con nubes azuladas, y las agujas de la fortaleza-palacio en el horizonte, y el esquema de colores, como “arrastrado” de un viejo lienzo.
Es imposible decir que Dalí estuvo involucrado en el plagio, pero hay una similitud obvia con esa imagen. Tal vez Salvador decidió preservar el paisaje olvidado del viejo Delft, sentando a sus guerreros en las afueras de la ciudad para proteger la era extrovertida del enviado de Delft. Creó la comodidad, rechazó todo lo mecánico y convirtió el viejo coche en polvo de piedra.
Ya, la fuga había crecido, enganchando la carrocería del automóvil con sus ramas, y los guardias se convirtieron en papel de seda… Pero el camino estaba cerrado, y la puesta del sol permanecía para siempre al atardecer. Obra “El fenómeno de la ciudad de Delft” fue uno de los últimos surrealistas a un punto de inflexión en la obra del autor. La técnica de suha, tiene muchas caras en el contenido.
Fue escrito en la víspera de la apelación de Salvador al academicismo y, por el momento, respira anti-realidad.