Armonía – Frank Dixie

Armonía   Frank Dixie

Durante los últimos siglos, la humanidad no ha dejado de buscar el elixir de la inmortalidad, la piedra filosofal, para intentar inventar una máquina del tiempo, ¡nunca se sabe! Además de la búsqueda de la armonía, tanto dentro como fuera, siempre ha sido un sueño acariciado por muchos representantes de la raza humana.

Quizás, una de las épocas más armoniosas fue el período de los clásicos en la historia de la antigüedad griega, cuando todos los comienzos parecían equilibrarse en las personas: lo terrenal y lo celestial, lo espiritual y lo físico, lo bajo y lo alto. Los sonidos de la música también pueden causar un sentimiento cercano a la catarsis: choque moral y purificación del alma. Aquellos que hayan escuchado el sonido del órgano “vivo” confirmarán estas palabras.

La música de órgano parece ser sobrenatural, inhumana.

¿Es porque el artista Frank Dixie llamó a la imagen, que mostraba a dos: un hombre y una mujer tocando algo en el órgano, a saber, “Armonía”? La niña está extremadamente inspirada: ni siquiera mira las teclas debajo de sus dedos, como si no hubieran extraído el sonido de ellas, sino el mismo Dios. Su mirada se dirige a algún lugar a través de las paredes y el espacio, ella misma no está aquí, pero se transporta con los sonidos al mundo de los sueños y la armonía.

El joven observa atentamente a la niña y, también, como si estuviera en cierta postración, está representado en la pose del pensador de Rodin, apoyando su mejilla con la mano y descansando en el borde del órgano. El espacio del templo, donde, muy probablemente, el artista y “espió” la escena, se llenó de luz gracias a las enormes vidrieras. Las vidrieras están decoradas en forma de mosaico, en el que se adivinan figuras de la Madre de Dios con un bebé en las manos. Por lo tanto, el espacio interno del templo gótico se está separando literalmente ante nuestros ojos. En la esquina inferior izquierda – un jarrón con un árbol de hoja perenne.

Sirve como un recordatorio en miniatura: el tiempo no va a ninguna parte, nos vamos, pero la naturaleza y el arte continuarán por siempre.

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