El arte de Tapestry, una alfombra tejida sin pelusa, está arraigada en la antigüedad profunda. Era conocido en el antiguo Egipto.
En Europa, el tejido de tapicería se originó en la Edad Media en Alemania. Las alfombras grandes, pinturas de escenas religiosas, literarias, de cuentos de hadas, tejidas con hilos de lana de colores, se aislaron y se decoraron con las paredes frías de castillos de piedra feudales e iglesias. La producción de tapices se extendió muy rápidamente, y sobre todo, en el norte de Europa.
En el siglo XIV, numerosas fábricas de tapices aparecieron en París y en las ciudades de Flandes; Tapices flamencos, que se distinguen por su belleza especial y la más alta calidad, conquistaron toda Europa.
Desde el siglo XIV, Bruselas, la principal ciudad del Ducado de Brabante, se convirtió en el centro de producción de tapices más grande y famoso. Aquí, a principios del siglo XVI, uno de los mejores tapices de la colección, que forma parte de la famosa serie Leyenda de la Virgen de Sablonia, fue encargado por un importante dignatario, el jefe de la corte de los Habsburgo en Bruselas, Franz Turn de Tacis.
Bernard van Orley, autor del cartón, esbozo pictórico de la futura composición tejida que sirve de base para el trabajo de los tejedores. Pintor de Bruselas, pertenecía a un círculo de “novelistas” holandeses, artistas que introdujeron las tendencias y técnicas del Renacimiento italiano en la pintura holandesa. La composición monumental con el espacio desenrollado en profundidad está llena de siluetas grandes, tranquilas, estrictamente contorneadas con figuras unidas por un ritmo solemne sin prisas.
Las columnas ornamentales lo dividen en tres partes; en los costados hay episodios de una leyenda que cuenta sobre la Virgen María, quien apareció en un sueño para capturar a Beatrice y le ordenó que se mudara de Amberes y estableciera su escultura en la catedral de Bruselas.
En el centro, en primer plano, en el fondo del interior de la catedral, se encuentran las figuras del duque de Braban y el cliente del enrejado, Turn de Tacis, delante de ellas, de rodillas, la monja Beatrice. Traducido a un multicolor, complejo en tonos, telas de colores, la composición impresiona con esplendor, riqueza decorativa y magnificencia. Está enmarcado por un lujoso borde ornamental, en las partes superior e inferior de las cuales se teje el texto de una leyenda famosa.