Nacida en la familia de un artista, Lavinia Fontana recibió lecciones de pintura de su padre Próspero. En sus obras, desarrolló las tradiciones de la escuela académica de Bolonia heredadas de él y, a menudo, recurría a los personajes de la mitología antigua. Esta imagen muestra a Minerva, identificada por los romanos con Atenea Pallada.
La diosa de la sabiduría y la patrona de los guerreros están representadas en su atuendo. Su armadura está tendida en el suelo: un casco, un escudo, un peto, una lanza en la salida al balcón. La blancura del gracioso cuerpo de la heroína está marcada por los ricos colores del interior, en los que prevalecen los tonos rojo y dorado.
La solemnidad que reina en el lienzo gracias a la presencia de municiones, exuberantes cortinas y la determinación con que Minerva se viste, combinada con la ternura de su apariencia. Cupido, levantando el casco de la diosa, trae al lienzo una corriente ligera y lúdica, típica de los académicos de la pintura.