El florecimiento de la creatividad Claude Lorrain cae en los años 50. Siglo XVII. Durante estos años creó lo mejor de sus obras. Así, en la pintura “El rapto de Europa”, reflejó la imagen plena y rica de la naturaleza.
La trama, que el artista reveló en el fondo del paisaje, sirvió solo como base para escribir un panorama marino. Para diversificar la imagen, el artista también capturó a un grupo de personas en ella.
Los episodios de cuentos, que Lorrain tomó en su mayoría de la antigua mitología o la Biblia, a veces fueron escritos no por el maestro mismo, sino por otros artistas. La composición bellamente construida del paisaje le permitió a Lorren crear una sensación de espacio, amplitud y amplitud de luz, admirando a los admiradores de su trabajo.
El follaje de los árboles en el centro de la composición se ve claro, como si fuera penetrado por la luz solar. Mástiles, montañas, contornos de la torre en la distancia, todo esto rodeado por una suave neblina de aire. A pesar del nombre de la imagen, una iluminación cuidadosa le da una especie de lirismo, toda la imagen respira armonía y paz feliz.